ALUMNOS, PROFESORES Y CORPORACIÓN MUNICIPAL SE SUMAN A LOS ACTOS DEL DÍA INTERNACIONAL PARA LA ELIMINACIÓN DE LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER
TODOS JUNTOS FORMARON UN GRAN LAZO HUMANO EN EL PATIO DEL CENTRO EDUCATIVO
Como cada año el 25 de Noviembre conmemoramos el Día Internacional para la eliminación de la violencia contra la mujer además de pretender poner voz a las mujeres que no la tienen, a las mujeres invisibles.
La finalidad de este manifiesto es hacer patente nuestro rechazo a esa violencia y fomentar modelos alternativos de convivencia, basados en el respeto y en la igualdad, cimentados en los buenos tratos como alternativa.
La violencia no se puede justificar ni tolerar. Cuando una mujer es maltratada la herida es de toda la sociedad.
Queremos aprovechar esta oportunidad para reiterar nuestro compromiso con las víctimas, 1027 mujeres víctimas mortales desde 2013 de las cuales 57 mujeres han sido asesinadas en 2019 por sus parejas, maridos o ex-maridos, e insistir en nuestra determinación para erradicar esta violencia que no cabe en nuestra sociedad.
Los poderes públicos no podemos ser ajenos a la violencia de género, que constituye uno de los ataques más flagrantes a derechos fundamentales como la libertad, la igualdad, la vida, la seguridad y la no discriminación proclamados en nuestra Constitución. Esos mismos poderes públicos tienen, conforme a lo dispuesto en el artículo 9.2 de la Constitución, la obligación de adoptar medidas de acción positiva para hacer reales y efectivos dichos derechos, removiendo los obstáculos que impiden o dificultan su plenitud.
La Organización de Naciones Unidas en la IV Conferencia Mundial de 1995 reconoció ya la existencia de la violencia contra las mujeres y determinó que es un obstáculo para lograr los objetivos de igualdad, desarrollo y paz, y viola y menoscaba el disfrute de los derechos humanos y las libertades fundamentales. Además la define ampliamente como una manifestación de las relaciones de poder históricamente desiguales entre mujeres y hombres. Existe ya incluso una definición técnica del síndrome de la mujer maltratada que consiste en «las agresiones sufridas por la mujer como consecuencia de los condicionantes socioculturales que actúan sobre el género masculino y femenino, situándola en una posición de subordinación al hombre y manifestadas en los tres ámbitos básicos de relación de la persona: maltrato en el seno de las relaciones de pareja, agresión sexual en la vida social y acoso en el medio laboral».
En la realidad española, las agresiones sobre las mujeres tienen una especial incidencia, existiendo hoy una mayor conciencia que en épocas anteriores sobre ésta, gracias, en buena medida, al esfuerzo realizado por las organizaciones de mujeres en su lucha contra todas las formas de violencia de género. Ya no es un «delito invisible», sino que produce un rechazo colectivo y una evidente alarma social.